miércoles, 2 de mayo de 2012

Valoremos a nuestros profesores y locales

Muchas veces cuando empezamos a entrenar nos acostumbramos a nuestro entorno, a nuestros compañeros, al lugar donde entrenamos, a las cosas buenas y a las malas, a muchas otras cosas y detalles particulares que cada uno se adapta. 

Cada local y cada encargado tienen ciertas características que pueden o no gustarnos pero a las que nos acostumbramos. Pero muchas veces no valoramos los sacrificios que se hacen para lograr lo que se tiene.

Empiezo por hacer un reconocimiento a todas las personas que dictan aulas de capoeira, esto porque para estar en ese lugar se necesita mucha preparación. Estar al frente de un grupo de personas no es fácil y para poder enseñar algo, esta persona se prepara para poder enseñarlo de la manera mas adecuada. 

A veces nos olvidamos que la persona que esta dando la clase también a estado como nosotros recibiendo una clase por alguien mas. Olvidamos que esa persona tiene mas tiempo que nosotros entrenando y que tienen mas experiencia, la cual no se puede aprender en una clase. La experiencia se gana con el tiempo, con los viajes, conociendo a otros capoeiristas, en muchas rodas y es algo que nadie te lo puede quitar.

En muchos casos a menos que ya encontremos un local totalmente ambientado y con los implementos necesarios, nos quejamos del lugar en el que entrenamos pero no sabemos todo lo que se ha tenido que pasar para conseguir ese local. 

Como todos sabemos la capoeira no empezó en un gimnasio o una aula, sino en los campos. Muchos capoeiristas en la actualidad comenzaron entrenando en parques o en la calle sin ninguna comodidad. Poco a poco y con esfuerzo se han ido consiguiendo lugares para entrenar, ya sean gimnasios o espacios cerrados. No olvidemos que llegar a entrenar en un buen lugar también demanda un esfuerzo y debemos valorarlo.

Me gustaría terminar recordándoles que las personas que nos dan clase, al igual que nosotros, pueden tener problemas, pueden enfermarse o lesionarse, tienen deberes y obligaciones y muchas otras cosas. Esas personas merecen nuestro respeto y nuestra ayuda, porque cuando no están es cuando recién pensamos en ellas.

Un saludo muy especial a mi Mestre Delei Kacula, a mi Formado Rottweiler y a mi amigo y encargado Graduado Axe.

 


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